20 de septiembre de 2009

“El ciervo y la viña” (Fábula)

A favor de una crecida viña
como sólo se ven en ciertos climas,
un pobre ciervo perseguido
pudo salvar oculto su preciosa vida.

Los cazadores quedaron despistados
y, llamando a sus perros se retiran.


El ciervo salvado por las hojas.
-¡oh negra ingratitud!- ya no se fija,
y muerde la planta bienhechora.

Los cazadores vuelven y allí lo sacrifican.

“Merecí tal castigo, dice, por ingrato
por olvidar el bien que recibía!”.
Imagen de los que traicionan o perjudican a quien los ha beneficiado.